sábado, 6 de junio de 2009

Un Buen Día para morir


El frió entro por las coladeras de mi piel, encontró los huesos y mello en ellos.

El cielo juega con las nubes blancas tan blancas que parecen inofensivas, me mira con sus ojos azules infinito.

Los dientes se golpean entre ellos
…quiero pero no puedo evitarlo.

Las montañas con su corona plateada de de frió, ahí se pierde el juego entre el cielo y las nubes.

Los cristales volando en el ambiente.

Mi aliento empaña la iris.

Me abraza, mi compañero el frió, su abraso es tan fuerte que no me permite moverme por un instante.

La piel se me aprisiona, se contrae, este era el mejor pretexto para cobijarme entre tus piernas, ¿recuerdas?...

El aroma viejo, seco y ácido del café inunda la habitación y la calienta.

La cama poco desatendida y con las sabanas secas, la prueba de tu ausencia en ella.

Busco la sonrisa en mis ojos, un poco de calor en mi cuerpo, en mis venas, pero el frió de mi cuerpo es difícil de vencer cuando uno esta solo.

La leña arde y con sus llamas dibuja imágenes antiguas que añoro en mis recuerdos contigo.

Mis manos me recuerdan el tiempo que paso, ya están arrugadas y cortadas por el frío, secas y deseosas de tu cuerpo, de tu tibieza que las calentaba.


El sorbo del café calienta mi garganta me deja el sabor de esta existencia sin ti, amargo y poco dulce.

Me hacen compañía, los libros el papel y la pluma; fieles amigos, una corbata que se ha desgastado de tan poco uso la que aguarda paciente salir de esa prisión algún día para cumplir alguno de sus deseos.

El tabaco aun me acompaña a diario.

¡Míralo! todo esta como lo dejaste.

Te materializas en el humo del cigarrillo en las miles de figurillas que se forman y me obligan a recordarte.

Esto parece un sueño, uno de aquellos que casi no se recuerdan pero sabes que existió.

Un recuerdo persigue a otro, en cada uno se me escapa la humedad de los ojos y besa los labios.

La mirada no encuentra un lugar donde posarse, y se pierden en el infinito, en el tiempo atrás.

Las manos le roban el calor a la taza
Y busco mas en el suéter y la cobija.

…el café se enfría
…la lágrima se seca
…el cristal se empaña.

Nada duele…
El silencio llego a esta reunión de soledad y nos refugiamos absolutos.

En la cara me azota una cachetada de realidad.

Tengo miedo de mi, el miedo a que esto sea siempre y que nunca pare de escudriñar en mi pasado, en mis fantasmas, en tu imagen en tu ausencia.

Quiero desligarme del futuro por un momento, quiero caminar bajo los cristales que caen del cielo, y el corazón palpitando al aire, con la carne abierta… y así, talvez, por un momento me sienta vivo.

Pero hoy nada duele, hoy estoy en paz conmigo, con los demonios que surgieron aquella noche que te ausentaste de la humanidad hice un pacto, solo por hoy.

No sé en este momento si aun le debo algo a esta vida, pero he tenido mas de ella de lo que hubiera deseado.

Poco a poco cavamos los dos este hoyo y lo veo tan profundo ahora que tengo que entrar.

…aun cuando no tendré, café ni cobija para calentarme, entrare con el deseo de tener de nuevo tus brazos… tus labios.

Hoy es un buen día para dejarlo todo y que las manecillas sigan su camino eterno…jugando a alcanzarse…
Jugando con el tiempo.

Hoy es un buen día y lo repito.

Por que hoy no duele el alma, no duele al cuerpo los sentidos intuyen mejor, mi memoria es fresca como un ultimo regalo.


Mis anhelos de soledad y pluma están saciados, ya no necesito libros, porque hoy conoceré a sus autores muertos y te veré con ellos.

Mis manos, mi corazón y la tinta han dicho sus últimas palabras.

Hoy mi mano no supo tomar la pluma y mejor que eso me toque el corazón.

Hoy es un buen día, estoy en paz, no necesito aborrecer a nadie para entregarme al ultimo abraso.

Ya veo quieres besarme, presencia sin ojos, sin alma, paciente a mi ya extinta existencia ya te siento presente.

El sol alumbra, pero no calienta, los cristales que caen me parecen lagrimas del cielo…lo inevitable esta llegando.

Hoy es un buen día…un buen día para morir.

Hoy me despido de ti vida
…¡hoy te saludare mi vida!
…¡hola vida mía!
…¡hola mi amor!
¿Como estas hoy vida?
¿Cómo estas hoy mi amor?

¡Tú, vida me has arrebatado el amor!

¡Mí vida, me haz arrebatado la vida sin tu amor!

-Hola vida, te presento a mi amor… es ella, la que me espera pasando la puerta.

Por ella te quiero perder a ti vida sin ella no existes.

Ya no te necesito vida, no te importo su vida, y no te importe yo.


¡Hola mi vida!, te ves tan hermosa detrás esa urna de cristal, tu sonrisa y la luz que hay detrás de ti me llaman.

Toma mi mano… abrázame, tócame…mírame.

Vida, te regalo en este pensamiento mi ultimo aliento, para que mi amor pueda tenerme en paz, y no sufra perteneciéndonos.


¡Hola amor!... te regalo mi vida, la que en tu vida no te pude dar.

La misma que tuviste antes de conocerme.

Ahora es diferente sin ti, ahora la abandono, perdóname por haberla estropeado un poco, por mas que quise cuidarla no pude mi amor.

Vida te regalo este cuerpo del que me despojo, en el que estuviste atrapada. Vida, te libero, sé lo que tu quieras ser, reencarna en algún nuevo ser, vida ahora te doy vida, vive, ahora de verdad vive.

Vida, te presento a mi vida, ¿ya te la presente?, disculpa no lo recuerdo, es aquella que esta pasando la puerta.

Recuerdas, un día a ella también la tenias, pero solo quede yo, y sin vida.

Mi vida acepta la nueva vida que te ofrendo, un poco estropeada, un poco arrugada, un poco como tú.

Es tuya, te devuelvo lo que no es mío, mi vida date un poco de vida, dame un poco de tu muerte.

Vida ¡déjame ya!, déjame ir donde esta ella, ahora podemos ser libres lejos de ti.

Me envuelve su calor y su aroma su luz.

¡Gracias mi vida por tanto de tu amor!

…¡Gracias amor por tanto de tu vida!

Y perdóname mi vida, que solo una vida tenga para ofrecerte, que bien te mereces dos.

¡Adiós, vida!,
¡Hola mi vida!
Ahora que las veo juntas son tan hermosas, tan parecidas y distintas,
Ni siquiera comprendo por que no puedo tenerlas a las dos.

La neblina rodea la mirada, poco a poco siento menos este cuerpo, las manos caen…mis brazos se hacen débiles.

Confundo, el humo que extingue la casa con la nubosidad de mis ojos, la cama arde, el frió se acaba… ya no siento nada todo se disuelve.

Tus manos no han cambiado, son tal con las recuerdo.

El tiempo nunca me curo como me lo prometiste.

Pero ahora estamos juntos, arrebatarme mi vida, de una vez de la vida, dejémosla vivir sin mi tormento, dale vida a mi sepulcro.

¡Adiós vida!,
¡Hola mi amor!

Eric Meneses.

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